¿Pudo ser una mujer la primera en dar la vuelta al mundo?



La proximidad del 500 aniversario de la primera vuelta al mundo ha multiplicado las reivindicaciones de posibles predecesores de Elkano. La inmensa mayoría son historias disparatadas o manipulaciones de un burdo que sonroja, pero hay una que, aunque se carezca de pruebas, tiene, al menos, verosimilitud: la que afirma que un esclavo de Magallanes, Enrique de Malaca, pudo circunnavegar primero la tierra, en dos tramos y como “pasajero”. 


Esta teoría ha tenido mucha repercusión, dentro del lógico interés por resaltar el papel de los no europeos en la historia. E incluso muchos la dan como probada, lo que no es cierto. Quienes afirman tal cosa se basan en que Enrique sirvió de intérprete en Filipinas y de ello deducen que ya había estado allí. Eso no es así. Todos los testimonios afirman que Enrique se comunicaba en malayo, la legua franca de una región cosmopolita, comercial y marinera desde mucho antes de la llegada de los europeos. Incluso en ocasiones se precisó un doble intérprete, al desconocer su interlocutor el malayo. 

Habitantes de Malaca. Acuarela, Códice portugués de la Biblioteca Casanatense

Así, vemos que Maximiliano Transilvano, autor de una de las crónicas de la primera vuelta al mundo escribió: “…Magallanes tenía un esclavo que era natural de las islas Molucas […] el cual había comprado […] en la ciudad de Malaca, […] y trayéndolo a España le había mostrado la lengua española, la cual aprendió muy perfectamente, y hablaba muy ladino. Por medio de este esclavo se entendió Magallanes y hubo lengua con el rey de Subuth (Cebú), no porque el esclavo supiese o entendiese la lengua de aquella tierra; más estaba allí con el rey de Subuth un indio suyo que había estado en las Molucas, y sabía muy bien la lengua moluquesa, y con este se entendía el esclavo de Magallanes”. 

Por su parte, Ginés de Mafra, marinero de la Trinidad y autor de su propia crónica del viaje, afirma: “... (Magallanes) mandó un hombre que se llamaba Heredia, que era escribano de la nao, que fuera a tierra con un indio que llevaban que decían que era lengua (intérprete) porque sabía hablar malaya, que es lengua en todas aquellas partes muy común”. Mafra, XI 

Y el famoso Pigafetta señaló que: “El capitán tenía un esclavo nacido en Sumatra (Malasia) […]: probó a hablarles en la lengua de su país; le comprendieron…”. 

Eso no implica que no completara la circunnavegación. Sabemos que se quedó en Filipinas y desde allí pudo regresar a su casa. Aunque, insisto, no hay ninguna prueba de ello. 

Restos de la fortaleza portuguesa de Malaca.

Pero hay un dato en el que poca gente repara: Magallanes tenía, según los testimonios, al menos dos esclavos intérpretes. Y es que Enrique se quedó en Filipinas, pero desde allí la expedición continuó hasta Borneo, donde, según Mafra: “…le preguntaron muchas cosas (en Borneo) por interpretación de un esclavo de Magallanes […] que sabía la lengua malaya, que es común en aquellas partes…”. 

Los propios herederos de Magallanes confirman la presencia de este segundo Esclavo. En su reclamación a la corona y según consta en el Archivo de Indias, entre los sueldos que se le debían citan los de “Enrique y Jorge, esclavos que llevó como lenguas o intérpretes”. Figura también en el rol como “Jorge Morisco”, es decir, musulmán, sin citar su lugar de origen, lo que no es habitual, y se le considera muerto en la Trinidad durante el intento de tornaviaje, aunque no aparece en la relación de fallecidos de esa nave, mientras que sí lo están los “negros” propiedad de Espinosa y Carvallo. Un enigma más que se suma a los muchos que rodean a este segundo intérprete. 

Y es que sobre Enrique, disponemos de bastante información, pero sobre el segundo traductor casi nada. Es más, en muchos de los relatos que mencionan a Enrique, se habla de “un esclavo que servía de intérprete” (Mafra y Pigaffeta), o “un cristiano” que interactuaba con los nativos (el Piloto Genovés), o “un compañero” (Pigafetta), y no se entiende el motivo para no citar su nombre. ¿Por qué esta diferencia con Enrique? Sobre ello hay una posible explicación que nos da otro cronista, si bien un poco posterior, Francisco López de Gómara: el segundo esclavo intérprete de Magallanes era, en realidad, una esclava: “Tenía también un esclavo que hubo en Malaca, que por ser de aquellas islas lo llamaban Enrique de Malaco, y una esclava de Zomatra, que entendía la lengua de muchas islas, la cual hubiera en Malaca”. En otro capítulo añade: “Toparon luego tantas islas, que les dijeron el Archipiélago, y a las primeras, Ladrones, por hurtar los de allí como gitanos […], según refería la esclava de Magallanes, que los entendía” 

El segundo esclavo de Magallanes era una mujer. 

El relato de Gómara fue publicado en 1552 y está elaborado a partir de crónicas anteriores, con frecuencia mezcladas y no muy bien interpretadas. Pero es interesante porque su obra tuvo siempre un carácter “no oficial” y dispuso de acceso a muchos de los documentos hoy perdidos, como el diario de abordo del viaje, la narración de Elkano, los escritos de San Martín o el relato original de Pigafetta. Por ello es posible encontrar en él datos únicos, como una descripción muy detallada de lo sucedido en Borneo o la afirmación de que en la emboscada de Cebú hubo ocho sobrevivientes que fueron vendidos como esclavos ¡a los chinos. Este dato ha sido ignorado por la historiografía oficial española pero la recién traducida (por un particular) confesión de un testigo directo, Martín de Ayamonte, lo confirma. También concuerda con que Elkano hiciese un legado en su testamento a San Martín, dado oficialmente por muerto en aquel suceso, “si lo encontraran”. Y Aganduru afirma que cuando Bernardo de la Torre llegó a Filipinas le informaron de que aún había prisioneros castellanos en Cebú. 
Jóvenes de Micronesia con vestimenta tradicional.

Puede Gómara mienta o que alguien lo engañara, aunque no es fácil comprender el motivo. O puede que las demás no hablen sobre según qué cosas. De hecho, las pocas crónicas dan algún detalle sobre el segundo esclavo de Magallanes afirman que se trataba de una mujer. Así lo reconoce Argensola en sus Anales de Aragón, y el mismo Zweig, que añade diversos detalles sobre ella. 

Por otra parte, el que este embarcara con él a una esclava sin que aparezca en la documentación de la expedición no tendría, en realidad, nada de extraordinario. El capitán general de la siguiente flota enviada a las Molucas, Fray Francisco José García Jofre de Loaysa, que además era fraile con voto de castidad, llevó con él no solo a su esclava “la negra María”, sino también a un hijo que tuvo con ella, sin que aparezca reflejado en documento oficial alguno. Y esto lo sabemos porque el capitán Saavedra, pariente de Cortés y que dirigió una flota enviada por este desde México para rescatar a los sobrevivientes de la armada de Loaysa, encontró a un náufrago de la carabela Santa María del Parral, Sebastián del Puerto, que le explicó que la embarcación naufragó tras atravesar el Pacífico (En realidad la tripulación se había amotinado y asesinado a su comandante). También le aseguró que la nao Victoria había logrado cruzar el océano. Saavedra, desconfiando de su historia, le preguntó que si la había visto cómo es que no había embarcado en ella, a lo que Del Puerto contestó que en realidad no la había visto, pero la Victoria había pasado antes que él por la isla en la que se encontraba y los nativos le habían contado que se trataba de una nao grande, cuyos tripulantes decían ser españoles, y que iba con ellos: «…una negra que se decía María y que venía acompañada de un hijo; y por estas señas es esta nao en la que venía Loaisa, porque traía negra y otras señas que dio de la persona que venía por capitán». Sebastián del Puerto no tenía razón para mentir sobre este asunto y, además, su declaración la confirma el propio Loaysa en su testamento: «ítem, ordeno y mando que se den á Hernando de Loaysa, mi hermano á Francisco de Trápana y á María mis esclavos…». Un detalle por su parte mencionarla en sus últimas voluntades. 

Un dato muy revelador es que las instrucciones reales, pese a lo que se dice en muchos sitios, no prohibían embarcar mujeres a bordo. Fue Magallanes quien dio esa orden, aunque quizás no se aplicara la norma a sí mismo. Privilegios de un mando que no fue, precisamente, democrático. Y puede que no fuese el único. Los testimonios que nos han llegado no mencionan casi nada que tenga connotaciones sexuales. El incidente con el maestre sorprendido practicando la sodomía lo cuentan únicamente Elkano y Esteban Gómez porque es necesario para explicar el arresto de Cartagena. Y sabemos que en Brasil las nativas accedieron sin problemas a los barcos y que las relaciones sexuales con ellas eran habituales solo por Pigafetta. No hay más menciones a relaciones homosexuales ni heterosexuales, y no es creíble que en tres años no se produjeran. De hecho, diversos puntos de la narración del italiano como el de la "Infibulación" o la fiesta en las Molucas nos indican justo lo contrario. 

Pedro Mártir de Anglería, que habló con los protagonistas, señala en su obra “Décadas del nuevo Mundo” que la verdadera causa de la emboscada de Cebú fue: “De los que volvieron, y entre todos de un joven genovés, Martín de Indico, que asistió a todo, he investigado qué crimen que se hubiese cometido impulsaría al rey de Cebú a llevar a cabo tan cruel traición. Piensan que la causa del trastorno fue el estupro de las mujeres, pues son muy celosos” (P. Mártir. Décadas del Nuevo Mundo. Década V. Libro VII. Capítulo IV). Así que, según los testigos interrogados al llegar a España, la causa de la “traición” no fue la confusa historia de la negación de la libertad al esclavo Enrique de Malaca, aunque quizás también era cierta, sino la violación de las mujeres nativas por parte de la tripulación. No se aclara si durante el mandato de Magallanes o de Serrano y Barbosa. Un tal “Martín de Judicibus, genovés” es mencionado en la declaración tomada a los retenidos en Cabo Verde como uno de los tres que, hablando con los vecinos portugueses de un pueblo de dichas islas, les contaron que venían de la especiería. Así que parece que tenía tendencia a “irse de la lengua”.

El deseo de glorificar al mártir fallecido heroicamente luchando por llevar la “civilización” y la “verdadera religión” a los “salvajes” no cuadra con semejante comportamiento, por lo que en todos los relatos históricos se ha preferido ignorar estos testimonios.. No hay que olvidar que aquella fue una misión comercial a cuyos protagonistas no les impulsaba el afán evangelizador ni “civilizador”, por más que se empeñen algunos, sino la búsqueda de fortuna y fama (o del perdón real).

Pero ya fuera una esclava o un esclavo, el hecho es que llegó hasta Brunéi, ya en Malasia, una ciudad que mantenía un activo comercio con Malaca. Por tanto, es mucho más fácil que completara la primera vuelta al mundo que Enrique.

Además, Gómara dice que actuó como intérprete en la Isla de los ladrones, aunque es posible que se refiera a las siguientes islas que encontraron, de cuyos habitantes y costumbres Pigafetta da una descripción muy completa. Lo que nadie explica, al contrario que en otros lugares, es quién sirvió de intérprete. Micronesia estaba alejada de las rutas comerciales asiáticas, allí no había ninguna lengua franca, por lo que es posible que realmente fuera originaria de ese lugar. En tal caso, habría completado la vuelta al mundo aún antes.

Ni siquiera sabemos su nombre, lo cual, dado cómo se ha escrito la historia, cuadra bastante con que fuese una mujer.



[1] Ginés de Mafra figura como marinero en el rol de l Trinidad, solo Esteban Gómez tiene categoría de piloto. Es posible que, tal y como pasa con San Martín y Juan Rodríguez de Mafra (primo con toda probabilidad de Ginés) en la San Antonio, Gómez dejara el día a día de las labores de piloto en manos de Ginés, pero el hecho es que la categoría de este era la de marinero. No tiene importancia, pero siempre hay gente buscando posibles errores.

Comentarios

  1. Después de dañarme la vista tantas veces con eso de "Elkano" ya dejó de interesarme lo de la esclava...

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    1. Elkano es un toponímico referido a una zona de caseríos próxima a Guetaria, que antes se escribía con "c" y ahora con "k", igual que Guetaria ahora se escribe Getaria. En el caso de Guetaria creo que es mejor conservar la "u" al escribir su nombre en castellano para no variar su pronunciación fonética, cosa que no es necesaria en el caso de Elkano. Un saludo.

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    2. A este respecto, he visto en fuentes primarias de la época que se refieren a la nao Victoria como Vitoria. ¿Entonces por qué se transcribe siempre como Victoria? ¿no tendría más sentido que fuese Vitoria habida cuenta del origen vasco de la embarcación? estoy haciendo un trabajo sobre este tema y me interesa saberlo. Gracias de Antemano.

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